lunes, 26 de abril de 2010

¿Se anima con un Kugelhopf?


Disfrútelo. ¡Pero ni se le ocurra pronunciarlo!


Su fama arranca desde los tiempos de María Antonieta quien – dicen los que saben – popularizó ese nuevo “entremet” dulce hecho entonces con un ingrediente inusual: la levadura. Otros le atribuyen el mérito de su difusión a Carême. Lo cierto es que es una antiquísima especialidad de la cocina alsaciana y que, cada vez que escribo su nombre, me llega un aluvión de cartas diciéndome que se escribe de otra manera… ¿Mi recomendación? ¡No sea tan puntillosa y hágalo!...

PREPARACION

  1. Disuelva 15 gramos de levadura prensada en 100 gramos de leche tibia, junto con 1 cucharadita de azúcar y 2 cucharadas de harina. Bata hasta que se formen globitos en la superficie de la mezcla. Tape con un polietileno y deje en sitio tibio hasta que la levadura fermente y todo parezca una espuma o una “esponja”.
  2. Ponga en un bol 250 gramos de harina, ½ cucharadita de sal, 3 cucharadas de azúcar, 2 huevos y la ralladura de 1 limón.
  3. Bata todos los ingredientes con la mano abierta (hágalo… ¡please! Es la mejor forma de airear la preparación… ¡y quedar pegoteada!) mientras le incorpora la levadura fermentada.
  4. Siga batiendo con ganas hasta que todo se convierta en un engrudo lisito e insoportable.
  5. Agréguele entonces, de a trocitos – mientras sigue batiendo – 80 gramos de manteca blanda. Siga, siga y siga cansándose hasta incorporarla toda y no se note ni un grumo.
  6. (Ya falta poco…). Así, batiendo, incorpórele 1 taza de pasas de uva sin semillas (y almendras fileteadas, si quiere…).
  7. Enmanteque y enharine una budinera chica de 18 cm de diámetro y alargue su altura (la de la budinera, se entiende…) fijándole alrededor una tira doble de papel manteca (o pergamino) enmantecada y enharinada, de modo que calce bien.
  8. Vierta la preparación en la budinera, tápela con un papel liviano apoyado en la boca del borde que alargo, y deje en sitio tibio hasta que la preparación sobrepase los limites de la budinera.
  9. Cocine en horno bien caliente hasta que la superficie este doradita y el nombre raro parezca que quisiera escaparse de las paredes del molde (½ hora aproximadamente).
  10. Retire, desmolde y ahogue – en caliente – con azúcar impalpable tamizado.

NOTA: Como variante, una vez frío puede cubrir el “Kugelhopf” con una capa finita de azucarado blanco y adherirle semillitas de amapola. Deje secar bien antes de cortar.


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