jueves, 29 de abril de 2010

“Virtiñus” (ortografía fonética…)



            Cuando viajé a Itapiruba no me faltó oportunidad de cosechar recetas para transmitírselas a usted. ¿Brasileñas? No: ¡lituanas! Sucede que casi nunca transcribo recetas típicas de otros países salvo que me las confíe alguna fanática de la colectividad (He viajado tan poco…). Así fue como en cuanto conocí a la Dra. Mary Rackauskas, de ascendencia lituana, enseguida saqué lápiz y papel para que me contara alguna receta típica y accesible para estos tiempos. Mary no vaciló ni un instante en explicarme las “virtiñus”, pasta rellena con reminiscencias cercanas a los “varenikes”. Aquí repito la fórmula original que me diera Mary; pero usted podrá variar a gusto – o a gusto de su médico – la salsa con que las sirve.



INGREDIENTES

MASA (una masa común de ravioles, con más o menos huevos según su monedero)

Harina, 400 gramos
Huevos, 2
Aceite, 2 cucharadas
Sal, 1 cucharadita
Agua tibia, cantidad necesaria

RELLENO

Papas hervidas con cáscara, peladas y tamizadas, 1 taza
Queso blanco descremado, 1 taza
Sal, a gusto (¡allá usted si quiere ponerle pimienta y nuez moscada!)

SALSA

Crema de leche, 400 gramos
Panceta magra (flaquísima) ahumada, cortada en tiritas, 200 gramos
Queso rallado, a gusto

PREPARACION

MASA

  1. Ponga la harina sobre la mesa en forma de anillo.
  2. Coloque en el centro la sal y el aceite.
  3. Una los ingredientes con el agua tibia necesaria hasta formar una masa blanda.
  4. Castigue la masa sobre la mesada hasta que se vuelva elástica.
  5. Tápela con un lienzo y déjela descansar sobre la mesada 1 hora.

RELLENO

  1. Mezcle el puré de papas con el queso crema.
  2. Sazónelo con sal.

ARMADO

  1. Estire la masa por partes, dejándola finita.
  2. Coloque en un costado de la masa, dejando libre un borde de 4 cm, montoncitos de relleno, espaciados entre sí (como si fuera a hacer ravioles grandes).
  3. Doble el borde libre de masa sobre el relleno y recorte los “virtiñus” con una copa, a fin de darles forma de empanaditas: ¡fíjese en los dibujitos, por favor! (“A veces las palabras, como los vasos, oscurecen el contenido  en lugar de aclararlo…”).
  4. Una vez hechas todas las “empanaditas” (“virtiñus”… ¡bah!), échelas en abundante agua hirviendo con sal. Apenas suban a la superficie (cerciórese de que están cocidas hincándole el diente a alguna) escúrralas y colóquelas en una fuente espolvoreados con queso rallado. Manténgalas al calor del baño de María (O, mejor: ¡prepare la salsa por anticipado!).

SALSA

  1. Coloque la panceta cortada en tiritas (sin el cuerito) en una sartén “limpia” (nadie se ofenda: “limpia” quiere decir sin enmantecar ni aceitar).
  2. Fría la panceta a fuego vivo, dándola vuelta a menudo, hasta que suelte la grasita y se ponga crujiente.
  3. Deseche la grasa de la fritura.
  4. Agréguele en la sartén la crema de leche y caliente pero sin que llegue a hervir.

TERMINACION

  1. Vierta la salsa sobre los “virtiñus”, espolvoree con queso rallado (si quiere…) y sirva enseguida.
  2. ¡No se olvide de comprar pan!


Nota: el verdadero nombre de este plato es virtinai (plural), virtinis (singular).


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