domingo, 27 de enero de 2013

Peceto mechado






Una carne con ingenio

Da un poco de trabajo, pero ¿no es una receta infalible en toda la mesa?

Ingredientes

Peceto de ternera, 1
Almendras peladas, 10
Ciruelas pasas tiernizadas, 10
Panceta ahumada magra, 100g
Aceite, 2 cucharadas
Manteca, 2 cucharadas
Un ramo de puerro, romero, salvia, orégano y perejil
Laurel, 1 hoja
Cebolla, 1
Puerros, ¼ kg
Dientes de ajo, 2
Pimienta negra en grano, 1 cucharadita
Caldo de verduras, 1
Vino blanco seco, 1 taza
Fécula de maíz, 2 cucharadas
Sal, pimienta y nuez moscada, a gusto


Preparación

1.       Quítele al peceto toda la grasita e indeseables que pudiera tener. Tome una cuchilla larga y clávesela de punta a punta al peceto, haciéndole un corte en cruz. Quítele el carozo a las ciruelas (con cuidado de romperlas lo menos posible) y rellene cada una de ellas con una almendra. Envuelva cada ciruela rellena con una abundante tajada de panceta ahumada.
2.       Meche el peceto con las ciruelas, introduciéndolas en el tajo central y presionando bien. Cierre los extremos del peceto con palillos y átelo con vueltas de piolín a fin de que no se deforme durante la cocción. Coloque el aceite junto con la manteca en una cacerola grande, llévela sobre el fuego y derrita la manteca. Dore en esta fritura de ambos lados el peceto mechado.
3.       Agréguele el ramito de hierbas, la hoja de laurel, la cebolla pelada entera, el ajo y los puerros limpios cortados en rodajitas. Deje cocinar hasta que las verduras estén rehogadas, y en ese momento incorpore la pimienta negra en grano, el cubito de caldo desmenuzado, el vino blanco y media taza de agua. Tape la cacerola y deje hervir despacito, dé vuelta la carne una vez y agregue agua durante la cocción para mantener un volumen constante de la misma.
4.       Ya cocida, escurra la carne, desate y reserve. Procese la salsa y vuélvala a poner en la cacerola, espésela con la fécula de maíz diluída en agua y sazone a gusto. Corte el peceto en rodajas y caliéntelo con la salsa. Sirva bien caliente.

Tip:

Cuando cocinamos carne a la cacerola, primero la sellamos – es decir, la doramos – para que conserve sus jugos. Recién entonces podemos añadirle todo lo que se nos ocurra.



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